Mal partido para los de Zidane ante una Roma
inferior. Los goles de Cristiano y Jesé dejan casi sentenciada la vuelta en
el Bernabéu.
El
Real Madrid se ha llevado la victoria en Roma y ya está un paso más cerca de
los cuartos de final de Champions. Un triunfo que llega en el mejor momento
para los blancos que, fuera de Copa del Rey y a la cola del Barcelona en Liga,
ven en Champions su mejor opción aún a falta de la vuelta en el Bernabéu.
Resultado positivo para los de Zidane, sí, pero sin
embargo, el Real Madrid singue sin convencer con su juego, su falta de
continuidad y sus problemas en defensa. La suerte de los blancos ha sido su
rival, una Roma que no está al máximo nivel competitivo en Europa. Los
italianos, optaron por cerrarse en su campo, bloquearle la entrada al Madrid y
esperar un fallo para jugárselo todo a la contra con Salah, la baza fuerte del
equipo.
Con esta estrategia de partida para los de casa y un Real
al que le costaba superar la barrera contraria, la primera parte se convirtió
en una de las más aburridas en la historia reciente de la Champions. De los 22
jugadores que estaban en el campo sólo cuatro merecen ser mencionados para
estos primeros 45 minutos de partido. Y son Marcelo, que volvió de su lesión, y
Ronaldo en un duelo a dos contra Salah y Florenzi. El resto se convirtieron en
meros espectadores de una parte en la que ninguno de los dos equipos alcanzó a
lanzar a portería.
A la vuelta del descanso y con el 0-0 en el marcador, la
cosa no parecía despegar durante los primeros minutos de la segunda parte. El
partido parecía estar destinado a favorecer el sueño de todos aquellos que se
atrevieron a verlo. Pero entonces llegó el minuto 57 y apareció Cristiano
Ronaldo. Fue con un pase de Marcelo con el que el portugués se fue de Florenzi
y disparó a puerta acertando, cambiando el ritmo del partido, al fin.

La
segunda parte y la recta final, en concreto, se convirtieron en un partido
completamente diferente al de la primera mitad. La Roma lo intentó tanto que el
empate parecía cada vez más inminente. El balón fue más de los italianos que de
los españoles, pero no supieron materializarlo en gol. Sí supo el Real Madrid.
Fue en el minuto 86 cuando Jesé, que había entrado por James, se fue hacia la
portería romana sin nadie que lo parara y con un disparo dentro del área logró
el 0-2.
Acabó así un partido que deja la sensación amarga de una
victoria no tan merecida que, salvo sorpresa, ha decidido el pase del Real Madrid a cuartos de final.
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